Herradura de latón: Alexander Berkel
[Alerta spoilers: el texto puede desvelar detalles argumentales de libros anteriores].
Alexander Berkel es el principal protagonista de esta serie. Forma parte de esa pequeña y desgraciada fracción que, en un mundo gobernado por la suerte, posee la tara de ser gafe. Durante los tres volúmenes previos hemos sido testigos de su evolución. Hemos leído cómo pasó de ser un hombre solitario y taciturno, que desconocía la identidad de su familia biológica y pensaba que lo abandonaron por su maldición, a una persona más abierta y pertinaz, que ha descifrado casi todos los enigmas en torno a su identidad y ha descubierto la amistad y el amor, con muchas desventuras y pesadumbres entretanto.
En Herradura de latón, dos años y medio después de Destellos de oscuridad, Alexander lleva una vida bastante normal, anodina incluso. Ya no se le acusa de ningún crimen y ya no debe huir ni esconderse. Se ha trasladado a Ciudad Jano. Allí tiene un trabajo, cuida de su hermana, vive cerca de sus amigos y hasta mantiene algo parecido a una relación sentimental. Este día a día, demasiado corriente para un gafe, se ve amenazado cuando la Organización Heptágono reaparece y le propone un encargo que, como suele ocurrir con esta institución, no podrá rechazar. Todo ello le enfrentará a un viejo enemigo.
Siguiendo a Alexander, corriendo y brincando por aquí y por allá, siempre está Trece, su gato negro, su compañero más íntimo, sin el cual ya no puede imaginar su vida.