Herradura de latón: Agradecimientos
Escribir y publicar son dos auténticas aventuras. La primera es una pasión que parece ser un camino individual y solitario, aunque en el fondo no lo es. La segunda supone un empeño arduo en el que sin duda necesitas la implicación y consejo de mucha gente. Con Herradura de latón, igual que con el resto de volúmenes de Ciudad Fortuna, las dos aventuras se han entrelazado hasta casi confundirse. Y aquí me gustaría dedicar unas líneas (que se quedarán cortas) para mencionar a quienes me acompañan.
Este volumen no habría sido posible sin la colaboración de Ángel, Pilar y Noa. Ángel ha sido el primer lector de la novela una vez más. Tengo la enorme suerte de poder contar con sus comentarios y correcciones, entre otras muchas cosas. Pilar ha diseñado la que tal vez sea la mejor portada de la serie hasta la fecha. Me fascina la facilidad con la que imagina lo que estoy pensando y lo hace realidad en una imagen. El listón cada vez está más alto. Y Noa ha sido un corrector tan exhaustivo como incansable. Me hace mejorar como escritor con cada anotación en Word. Espero poder contar con la colaboración de estos tres genios en muchos proyectos más en el futuro.
Como ya explico en la nota final del libro, esta novela está dedicada a mis padres. Puede parecer un poco desagradecido no haberme acordado de ellos hasta el cuarto volumen, pero esto se debe a que originalmente, cuando tomé mis primeras notas sobre la serie, pensé que este cuarto volumen se titularía Padre y madre. Aunque al final apareció un título que me gustó más, la dedicatoria era obligada, no solo porque los conceptos de la paternidad y la maternidad están muy presentes en el argumento del libro, sino porque nunca me habrían fascinado tanto la lectura y la escritura de no ser por ellos. Crecer en una casa llena de libros es esencial para la imaginación.
Muchas otras personas contribuyen en mayor o menor medida a llevar a término estas grandes aventuras. Me gustaría mencionar expresamente a Javier Cermeño y Joyería Parejo por hacer realidad la herradura de latón de la portada de la novela. También, por ejemplo, a mi amigo Antonio, quien me dio la idea de incorporar un listado de personajes a los resúmenes de cada libro. Y a las blogueras de «La biblioteca de Selene», «A través de un libro» y «La contraportada», por su apoyo incondicional a esta serie. Deseo seguir creando historias que os ilusionen de la misma manera.
No soy muy aficionado a las redes sociales, aparte de que no sé cómo sacarlas partido, pero Twitter me ha dado muchas sorpresas agradables con la difusión de mis libros. Por eso, voy a terminar esta lista de agradecimientos con un saludo a todos los seguidores que a través de esta red me han conocido, piden ejemplares dedicados, comparten sus fotos o comentarios e incluso le recomiendan la lectura de mis novelas a más gente. He podido conocer en persona a algunos de estos seguidores, que se han convertido en amigos. Y espero «desvirtualizar» a más pronto.
Escribir los cuatro volúmenes de Ciudad Fortuna ha llenado mi vida. Publicarlos no ha sido sencillo. De ahora en adelante, voy a hacer las cosas de otra manera. Necesito cambios. Pero espero poder seguir contando con todos los que me han acompañado en esta aventura. ¡Muchas gracias! ¡Nos leemos!